Las manos, las que trabajan, que construyen y destruyen, tienen en la obra del pintor Efraín Benítez toda la expresividad para mostrar el esfuerzo, el amor y la maldad reflejados en la sociedad.El artista plástico trabaja desde hace algunos meses en este nuevo proyecto que se constituye en el tercero de su carrera, luego de las exposiciones que ha realizado en 2000 y 2012, siendo la última dedicada a Tegucigalpa y llamada “Ciudad difusa”
.Desde su taller, donde la obra sigue en proceso sin fecha exacta para su presentación al público, el pintor compartió que “las manos son ese miembro de nuestro cuerpo que utilizamos para todo, y que son las que construyen y destruyen; están las manos asesinas y las que crean arte al pintar o ejecutar un instrumento”.El artista aborda varios temas relacionados con Honduras, su gente trabajadora, la debilidad de la justicia y también la violencia que se vive a diario.
“Enfoco mi obra desde diferentes puntos, y si hay una denuncia social abordada de manera metafórica”.En sus pinturas no hay rostros, porque no es el cuerpo en general el que transmite el mensaje que quiere dar el pintor.
Benítez dijo que este proyecto seguirá abierto aún después de la exposición, y no descarta la posibilidad de hacer grabado y escultura sobre esta misma temática, ya que para él crear es una necesidad y no lo ve como un beneficio económico, ya que al igual que otras manifestaciones artísticas, como el teatro y la música, la pintura no es muy valorada por las personas,
“al arte no se le da lo que merece, pese a que a través de él se educa y sensibiliza”, expresó.
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